La Era de la Postverdad. Cuando sentir importa más que el saber.
En un mundo hiperconectados, sobreinformados y donde los medios digitales reinan, ¿Qué pasa cuando los hechos dejan de importar tanto como las emociones? Así es como nace lo que hoy conocemos como la era de la postverdad.
¿Qué es la postverdad?
El término postverdad hace referencia a una situación en la que los hechos objetivos tienen menos influencia en la opinión pública, que los sentimientos y las creencias personales, es decir, lo que “se siente verdadero” tiene más peso que lo que realmente es verdadero.
La palabra se popularizó en 2016, cuando fue elegida como palabra del año por el Oxford Dictionary, impulsada por fenómenos como las noticias falsas, las teorías de conspiración y el auge de la desinformación en la política y las redes sociales.
¿Cómo se origina esta era?
La era de la postverdad surge en respuesta a varios factores:
- Exceso de información (infoxicación): Nunca antes tuvimos acceso a tanta información, pero no toda es fiable. La dificultad para filtrar, cuestionar y contrastar nos deja vulnerables a contenidos engañosos.
- Redes sociales como fuentes de información principal: Muchas personas forjan ideas y opiniones a partir de publicaciones virales o titulares llamativos, no de un análisis profundos o fuentes contrastadas y fiables.
- Sesgo de confirmación: Se tiende a prestar más atención y a consumir información que refuerza nuestra creencias previas y descartar aquella que vaya en contra, lo que reduce la exposición a puntos de vista diferentes.
- Desconfianza en las instituciones: Cuando la confianza en medios tradicionales o científicos se debilita, las personas nos refugiamos en contenidos que validen nuestra percepción del mundo, aunque no sean verdaderos.
Impacto psicológico y emocional
La era de la postverdad también afecta directamente a cómo nos sentimos, pensamos y nos relacionamos.
1.Confusión y ansiedad
Cuando todo se cuestiona y cada persona parece tener “su verdad”, muchas personas sienten confusión, desorientación y desconfianza generalizada. Recibir constantemente mensajes alarmantes o contradictorios puede generar miedo al futuro o incluso una necesidad compulsiva de “estar informado” todo el tiempo.
2.Fatiga emocional o desinterés
A veces, el exceso de estímulos lleva al efecto contrario: ya nada nos impacta. La gente se desconecta emocionalmente y pierde interés por buscar información veraz.
3.Relaciones rotas por creencias
La postverdad también entra en nuestras casas: amistades que se deterioran, familias que discuten en cenas navideñas por ideas políticas o teorías sin base.
4.Mayor foco en lo emocional
Las emociones se usan como armas de persuasión: miedo, rabia, esperanza... Esto hace que los debates se vuelvan más emocionales que racionales, afectando las relaciones sociales y el bienestar emocional.
Recomendaciones para hacerle frente:
Fortalece el pensamiento crítico
- Cuestiona lo que lees, incluso si coincide con tus ideas. Pregúntate: ¿De dónde viene esta información? ¿Tiene evidencia?. Evita compartir noticias sin leerlas completas o verificar su fuente.
Regula el consumo de información
- Establece horarios específicos para informarte. No necesitas estar conectado todo el día.
- Elige 2 o 3 medios fiables y evita el “zapping informativo” que solo alimenta ansiedad.
Reconoce el papel de tus emociones
- Antes de compartir o reaccionar a una noticia, detente y pregúntate: ¿Me está hablando mi emoción o mi razón?.
- Validar tus emociones no significa dejar que controlen tu visión de la realidad.
Practica el Autocuidado Digital
- Si las redes sociales te saturan o te angustian, desconéctate por un tiempo.
- Revisa a quién sigues y qué tipo de contenido consumes: ¿te nutre o te angustia?.
- Establece “zonas libre de tecnología” (por ejemplo: el dormitorio, la mesa al comer).
- Dedica los primeros y últimos 30 minutos del día a estar sin pantallas.
- Quita alertas para reducir la necesidad de estar pendiente del móvil constantemente.
- Antes de entrar a redes sociales, pregúntate: ¿Qué busco al entrar? ¿Qué necesito ahora mismo?.
- Utiliza aplicaciones de control de tiempo de uso de apps que "secuentran" tu tiempo.